2017 - ¿Despegue o meseta?

Algunas actividades podrán recomponer la demanda en los próximos doce meses, salvo aquellas que pretendan una ganancia exorbitante o tengan una estructura de costos no competitiva, o dependan de la exportación, condicionantes estos que no son responsabilidad de la economía argentina sino de una realidad competitiva como el único camino de superación. Y esta establece parámetros de rentabilidad y de costos que son parte de las limitaciones, dependiendo en qué estamos involucrados.

 

Hablando de segmentos de mercado, podemos considerar un consumidor de electrodomésticos con opción 12 cuotas y luego 18, que satisface sus necesidades en bienes durables. La pregunta es cuándo vuelve a reponer o renovar dichos productos.  Y cómo se considera esto dentro del ciclo de consumo en pronósticos futuros de venta. Sin tener en cuenta, además, que estas cuotas a pagar reducen el poder adquisitivo mensual que históricamente disponía para otros gastos.

 

Por otro lado una demanda acelerada del consumo masivo es un síntoma natural de la inflación que tanto cuestionamos, pero debemos entender que superar este flagelo implica desacelerar la urgencia del consumo masivo y fomentar el ahorro como una verdadera opción económica. Por lo cual existe una expectativa consumista que no se recuperará necesariamente en el corto plazo y que tampoco podrá sostener crecimientos porcentuales históricos.

 

Parte de nuestra historia demuestra crecimientos y decrecimientos explosivos y ese es uno de los principales problemas de la economía argentina, porque el objetivo sería un crecimiento moderado pero sostenido, con mínimas alteraciones porcentuales.