Comunicación Interna en la empresa: ¿Cómo generar resultados y relaciones productivas?

Para Rafael Echeverría, el lenguaje no solo nos permite describir la realidad, también nos permite generar la realidad que vivimos. Postula que el lenguaje es acción y que a través de él coordinamos acciones con los demás y con nosotros mismos.
Las promesas son, por excelencia, aquellas acciones del lenguaje que nos permiten coordinar acciones con otras personas. Cuando alguien hace una promesa, él o ella se comprometen, ante otro, a ejecutar alguna acción en el futuro.  Cuando alguien, al interior de una empresa, promete que estará presente en la reunión del lunes, yo puedo actuar basándome en el hecho de que cuento con esa promesa. Lo mismo sucede al exterior de una empresa. Si, por ejemplo, mi proveedor se compromete a enviar el lunes los productos requeridos para abastecer mi posterior proceso de producción, cuento con esa promesa para gestionar las acciones siguientes con mis clientes para la entrega de un pedido.  De este modo podría continuar describiendo numerosos ejemplos que nacen al interior de una promesa.
Las promesas nos permiten incrementar nuestra capacidad de acción. Basta mirar alrededor y observar nuestro mundo para comprobar que gran parte de lo que hacemos descansa en la capacidad de los seres humanos de hacer promesas.

¿Qué elementos comprende el acto de hacer una promesa? 
  • Un orador.
     
  • Un oyente.
     
  • Condiciones claras de satisfacción (por ejemplo: cuando voy a emitir un pago).
     
  • actor tiempo (por ejemplo: qué día voy a efectuar un pago, en qué horario, etcétera).
¿Qué procesos se involucran cuando hacemos una promesa?
 
Cuando hacemos una promesa hay dos procesos involucrados: El proceso de hacer la promesa y el proceso de cumplir la promesa. Veamos un ejemplo: si mi promesa es dar una comunicación de retorno –feedback– a los candidatos que están en un proceso de selección, la promesa se completa cuando se les informa a los mismos sobre si continúan o no dicho proceso. Es importante no perder de vista, que la promesa solo se completa cuando se cumple con los elementos que la comprenden. Esto sería, cumplir con claras condiciones de satisfacción.
Las promesas siempre involucran una conversación entre dos personas. Se requiere de otro para realizar dicha acción. Las promesas no son sólo un movimiento en la comunicación humana. Las promesas necesitan dos movimientos diferentes que comprenden la comunicación. Por un lado, la acción de ofrecer la promesa y la de aceptarla, y por otro, la acción de pedir una promesa y la de aceptarla. Estas son las dos maneras fundamentales de ejecutar la danza de las promesas.
Los pedidos y las ofertas difieren porque sitúan en personas distintas la inquietud de la que se hará cargo la acción involucrada en el eventual cumplimiento de la promesa, de concretarse esta.
En resumen, si queremos tener buenas relaciones y buenos resultados en la empresa, la promesa es la piedra base para coordinar con éxito la comunicación interna. Sin un claro proceso de coordinación de compromisos mutuos, no podremos lograr los resultados que necesitamos para alcanzar objetivos planificados.
 
Nota elaborada por la Lic. Fiorela Forlani, docente de CAMEeducativ@

 

IRAM

La Secretaría de Capacitación de CAME recibió la certificación de las Normas de Calidad IRAM-ISO 9001:2015 por el alcance de “diseño, planificación, gestión y coordinación de actividades presenciales y a distancia destinada a propietarios, directivos y empleados de empresas Pymes en el ámbito nacional”.