Precio de venta… lo que no nos cuentan… y debemos conocer

La primera, el miércoles pasado, donde en una capacitación a la cual asistí, un colega haciendo una pregunta al público me consulta a mí acerca de cuál es el precio de venta de un producto o servicio: si el bruto o el neto.
 
La segunda, recién, hace un ratito, leyendo un artículo donde se plantea que el precio de venta es sin IVA.
Haciendo este tipo de preguntas, o estos comentarios, solo logramos confundir al empresario Pyme, o al emprendedor, que debe tomar decisiones.
 
Es muy común que cuando concurrimos a una reunión exploratoria con un posible cliente y nos acercan datos, vemos que esos números, la mayoría de las veces, incluyen el importe de impuesto al valor agregado que facturamos o nos facturan.
 
Hace ya muchos años que en mis capacitaciones planteo que el precio de venta es único. Ni bruto, ni neto. Y menos un precio “neto de IVA” o “sin IVA”.
 
Lo mismo ocurre con las compras.
 
Esto ocurre porque mezclamos conceptos, llamémoslos contables, o impositivos, o administrativos que no aplicamos bien técnicamente.
 
Cuando mi colega me pregunta, en el medio de una capacitación, cuál es el precio de venta, si el bruto o el neto, lo que está haciendo es confundir el precio de venta con el importe de las cuentas por cobrar, y si fuese una compra o gasto, estamos confundiendo el concepto de costo o gasto con el de cuentas a pagar.
 
No les comento su expresión cuando le respondí respecto del precio de venta, algo así como “ni bruto, ni neto de nada”, que me estaba preguntando un dato de forma errónea.
 
Veamos con ejemplos a qué me refiero:
 
Entiendo que todos sabemos que los contribuyentes ante la AFIP podemos ser:
 
a)      Inscriptos en el régimen simplificado de impuestos, comúnmente llamado Monotributo.
b)      Inscriptos en el régimen general de impuestos, lo que nos obliga a ser ResponsablesInscriptos en IVA (a los que denominaremos RI).
 
Ahora bien:
 
Planteemos el caso de que el producto o servicio tiene un “valor” de $ 100.-
 
En el caso de que yo fuese Monotributista:
 
¿A quiénes les puedo vender normalmente?
 
·    A un cliente RI
·    A un cliente Monotributista
·    A un consumidor final
 
Estos tres casos no son los únicos, pero los planteo para ser lo más claro posible.
Entonces:
 
Como Monotributista, puedo vender según sea el tipo de cliente:
 
 
Donde en todos los casos, el importe de ventas es de $ 100 y va a coincidir con las cuentas por cobrar de $ 100.
 
Este es el único caso, es decir, siendo Monotributista, donde el precio de venta de nuestro producto o servicio va a coincidir con nuestras cuentas por cobrar (lo que nos debe el cliente).
 
Ahora bien:
 
Partamos desde la base de que vamos a comprar un producto o servicio cuyo “valor” es de $ 100.
 
Nosotros como Monotributistas, ¿a quiénes les podemos comprar?:
 
A un proveedor RI, o a un proveedor Monotributista.
 
Estos dos casos no son los únicos, pero nuevamente lo planteo para ser lo más claro posible. Por ejemplo, a un consumidor final le podríamos comprar, pero bajo ciertas condiciones, que no vienen al caso en este tipo de análisis.
 

 
Donde el costo o el gasto, para nosotros como Monotributistas, es diferente, ya sea que se le compre a un RI o a un Monotributista.
 
Y el diferencial, que está dado por $ 21 se debe a que como Monotributista, al comprar a un R.I. voy a tener que incorporar a mi costo o gasto el importe que mi proveedor va a facturar de IVA y que está incluido en el precio final que mi proveedor RI me facturó con su factura B.
 
En todos estos casos, el importe de compras de $ 100 o $ 121 va a coincidir con las cuentas a pagar (lo que debemos a nuestro proveedor) de $ 100 o $ 121.
 
Nuevamente, éste es el único caso, siendo Monotributista, donde el precio de compra de nuestro producto o servicio va a coincidir con nuestras cuentas a pagar.
 
Nótese que en el caso de compras, nuestro costo o gasto, comprándole a un proveedor Monotributista, es menor que si le comprásemos a un proveedor RI.
 
Ahora bien:
 
¿Qué pasa en los casos en que nosotros somos RI?
 
¿A quiénes les puedo vender normalmente?
 
·    A un cliente RI
·    A un cliente Monotributista
·    A un consumidor final
 
Estos tres casos no son los únicos, pero el planteo obedece a intentar ser lo más claro posible.
 
Entonces:
 
Yo, RI, puedo vender según sea el tipo de cliente:
 
 
  
Donde el precio de venta, en todos los casos, es de $ 100, y las cuentas por cobrar coincidente con el importe total de la factura, es $ 121.
 
Lo que ocurre es que como RI, al emitir una Factura B por un total de $ 121, debo dividir por 1.21 (donde el 21% es la tasa general de IVA) para obtener el importe de ventas de $ 100, y los $ 21 es el débito fiscal de IVA que debo sumar al importe de ventas para llegar al total facturado.
 
No es fácil de entender, pero una vez que nos quede claro este tópico, cuando se nos pregunte acerca de cuál es el importe de ventas, el número que vamos a brindar es único y univoco, ya no dando lugar a malas interpretaciones.
 
Lo mismo pasa cuando compramos:
 
¿A quienes les puedo comprar normalmente?
 
·    A un cliente RI
·    A un cliente Monotributista
 
Estos casos no son los únicos, pero el planteo obedece a intentar ser lo más claro posible.
 
Entonces:
 
Como RI, puedo comprar según sea el tipo de proveedor:
 
 
Donde el precio de compra, en todos los casos, es de $ 100, pero en las cuentas a pagar, será de $ 100 o $ 121, ya sea mi proveedor Monotributista o RI.
 
Reitero que una vez que nos quede claro este tópico, cuando se nos pregunte acerca de cuál es el importe de compras, o el importe de ventas, el número que vamos a brindar es único y univoco, ya no dando lugar a malas interpretaciones.
 
Nota elaborada por el Cr. Sergio Lazzarin, docente de CAMEeducativ@

 
IRAM

La Secretaría de Capacitación de CAME recibió la certificación de las Normas de Calidad IRAM-ISO 9001:2015 por el alcance de “diseño, planificación, gestión y coordinación de actividades presenciales y a distancia destinada a propietarios, directivos y empleados de empresas Pymes en el ámbito nacional”.